El tiempo libre y el uso creativo de este, está siempre dirigido a  la formación de cada persona integralmente. En este sentido supone la ejercitación de actividades que sirven de instrumentos

para la formación social del individuo, de ahí que las actividades deben producir en el hombre dinámica, reflexión y no ocio o pereza.

 

El uso creativo del tiempo libre ayuda a afirmar y desarrollar la personalidad a través de actividades que se prolongan más allá de los quehaceres cotidianos y que posibilitan la expresión creadora, tal es el caso de la danza, el teatro, la música, los deportes y la literatura.

 

Por tanto, organizar el tiempo libre de los estudiantes y de los miembros de la comunidad educativa, debe ser una de las principales prioridades de las instituciones educativas, la preocupación por la manera como se accede a otros espacios es fundamental en la formación integral.

 

A través de actividades teatrales se busca fomentar la comunicación gestual y corporal de los estudiantes, para motivar el desarrollo de sus habilidades artísticas, logrando de esta manera mejorar la convivencia.

 

Por medio de actividades que involucren la lectura se busca favorecer el interés por crear un clima  institucional que propenda por el interés de los jóvenes por la lectura y el aprendizaje de estrategias que mejoren el rendimiento escolar general; específicamente se profundizará en el fomento de la lectura recreativa, la cual repercutirá en el desarrollo de habilidades generales en este campo.

 

Es fundamental el fenómeno de una actitud, lúdica y creativa dentro y fuera del plantel, que propenda por el trabajo dinámico, posibilidades de innovación, el espíritu de liderazgo, la autonomía, la participación y el desarrollo de la sensibilidad de todos los estamentos educativos.